
Esto le permitirá al Instituto generar el primer mapa de carbono orgánico del país.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acaba de suscribir un programa de cooperación técnica con siete países suramericanos para mejorar la información sobre el manejo sostenible de los suelos de la región.
Durante los próximos 18 meses, la FAO capacitará a expertos de Colombia, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay, en el desarrollo de capacidades sobre recuperación, recopilación, almacenamiento y armonización de datos de suelos, así como cartografía digital.
Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 256 mil dólares, no solo permitirá hacer un uso sostenible y productivo del suelo en Sur América y aumentar las capacidades de cada uno de los países en información para la toma de decisiones.
También contribuirá a la reactivación del Sistema de Información de Suelos de Latinoamérica y al desarrollo del mapa mundial de carbono del suelo.
El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) fue la entidad escogida para representar a Colombia en este programa de cooperación de la FAO, el cual fue firmado recientemente por el Director General Juan Antonio Nieto Escalante.
“Con esta alianza se espera generar información para poner en marcha planes de desarrollo que apunten a la seguridad alimentaria y disminución de la pobreza, además de asesorar a los agricultores en el uso sostenible del suelo”, aseguró el Subdirector de Agrología del IGAC, Germán Darío Álvarez Lucero.
El lanzamiento oficial de esta alianza será el próximo 31 de agosto en la ciudad de Montevideo, evento que contará con delegados del IGAC y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
La primera capacitación de la FAO tendrá lugar la primera semana de septiembre en la capital de Uruguay. Adriana Bolívar, funcionaria de la Subdirección de Agrología del Instituto, será la cuota colombiana.
“Luego, expertos de la FAO viajarán a Colombia para capacitar al IGAC y a varias entidades del orden nacional en sistemas de información que generen datos sobre las propiedades productivas y ambientales de los suelos”, anotó el Subdirector.
Según Álvarez, al fortalecer el acceso a la información sobre el potencial productivo y ambiental de los suelos, el país contará con más herramientas para planificar el territorio, promover el desarrollo sostenible y garantizar la seguridad alimentaria.
Entre los compromisos adquiridos por los siete países que hacen parte de este programa de cooperación técnica está la elaboración de los mapas nacionales de carbono orgánico del suelo, lo que permitirá establecer sus reservas y dar respuesta al Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre la degradación neutral de la tierra.
“Con todo el conocimiento suministrado por la FAO, el IGAC espera entregarle este año al país su primer mapa de carbono orgánico”, puntualizó el Subdirector.
Los suelos latinoamericanos
El panorama de los suelos en Latinoamérica no es para nada alentador.
Según la FAO, el 14% de las tierras con algún grado de vulnerabilidad a la degradación en el mundo están en América Latina y el Caribe, lo que afecta a más de 150 millones de personas.
Entre tanto, el 50% de los suelos de la región sufren de deficiencias de nutrientes, mientras que el 20% son catalogados como áridos y el 10% presenta limitaciones de drenaje.
Para mitigar esta situación, la FAO cuenta con dos alianzas estratégicas: la Sudamericana por el Suelo (conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela), y la Regional para Centro América, México y el Caribe.
En Sudamérica, esta alianza, presidida por Argentina, ha identificado que los principales problemas de la región son la degradación, erosión, debilidad legal, política e institucional y la falta de personal especializado.